“Under the Cloak of War” es un episodio realmente impresionante de Viaje a las Estrellas, especialmente para lo que esta franquicia viene produciendo en la última década. De hecho, quizás sea el episodio más narrativa y temáticamente interesante de Strange New Worlds (SNW).

La cultura popular existe en un contexto más amplio y Viaje a las Estrellas nunca ha sido la excepción. La serie original de los 1960 fue moldeada y definida por la Guerra Fría y más específicamente las secuelas de la Guerra de Vietnam en Estados Unidos. De igual modo, Enterprise (2001-2005) gravitó alrededor de los inicios de la Guerra contra el Terrorismo. Por eso, no es difícil pensar que Strange New Worlds resulte moldeada de algún modo por las secuelas del final de las “Guerras Interminables” de Estados Unidos en Irak y Afganistán.

Como recordarán, SNW relata las aventuras de la USS Enterprise en las postrimerías de la violenta y destructiva guerra entre la Federación y los Klingon (la cual ya fue narrada en las primeras temporadas de la otra serie en vivo de Viaje a las Estrellas titulada Discovery). “Under the Cloak of War” es un episodio que trata sobre el legado y las cicatrices de ese conflicto, particularmente lo vivido por los veteranos de guerra que tripulan la Enterprise, como la timonel Erica Ortegas (Melissa Navia), el Dr. Mbenga (Babs Olusanmokun) y la enfermera Chapel (Jess Bush).

Como sucede con el resto de episodios de esta serie de televisión, el mecanismo narrativo consiste en un refrito de las narrativas tradicionales empleadas en series más viejas de Viaje a las Estrellas, en especial las producidas en los 1990. El modus operandi es usar esos viejos marcos narrativos para montar un nuevo relato. Entonces, así como “Ad Astra Per Aspera” (el otro excelente episodio de SNW) retoma la estructura de los “juicios dramáticos” de episodios como “Court Martial” (TOS, T01E20) y “The Measure of a Man” (TNG, T02E09); “Under the Cloak of War” adopta la trama clásica de “pasear al embajador de la semana” de episodios como “Journey to Babel” (TOS, T02E10) o “Elaan of Troyus” (TOS, T03E13).

En este caso, la Enterprise está llevando al embajador Dak’Rah (Robert Wisdom) a una base espacial al otro lado del cuadrante. Un exlíder militar klingon conocido como el “Carnicero de J’Gal”, Dak’Rah desertó para unirse a la Federación y luego se volvió uno de los principales defensores de su ideología política. Así, este exgeneral, otrora equivalente a un criminal de guerra, es ahora un defensor de la paz galáctica… su mera existencia siendo una validación de la utopía idealista de la Federación, entidad política que ve en él la oportunidad geopolítica de usarlo como una vitrina de su superioridad y un “trapito de dominguear”.

Sin embargo, su presencia no es tan bien recibida entre los veteranos de esa batalla quienes recuerdan los traumas del conflicto armado, elevando la pregunta al público: ¿es realmente posible que la gente cambie?

El episodio cuenta la trama entrecruzándola con recuerdos de los personajes que participaron de la Batalla de J’Gal, principalmente Christine Chapel, quien se nos presenta como una enfermera a la que recientemente se le ha asignado trabajo en un hospital de campaña muy cerca de la línea de fuego. Ella debe hacer triage a los soldados heridos de la Federación que recién regresan del combate. Y aquí es donde viene un aspecto positivo del episodio: en lugar de “copiarle” a The Next Generation (TNG) y Voyager (VOY), Strange New Worlds decide apostarle a la mejor serie de Viaje a las Estrellas de los noventa: Deep Space Nine (DS9). Así, las escenas del hospital de campaña recuerdan los episodios “Nor the Battle to the Strong” (DS9, T05E04) o “The Siege of AR-558” (DS9, T07E08), dos de los mejores.

Hay otro aspecto positivo que eleva este episodio: la actuación de Robert Wisdom. Dak’Rah es un personaje fascinante en el papel, retomando algo parecido a lo que vimos de Kodos en “The Conscience of the King” (TOS, T01E13), pero sin que eso impida a Wisdom imprimirle una genuina complejidad al personaje. Él se siente como un personaje bien formado y no un personaje mecánico que propulsa la trama.

Ayuda que el guión está escrito retomando elementos literarios que van más allá de la nostalgia usual de esta serie. Así, en lugar de dejarse influenciar por viejos (y mejores) episodios, “Under the Cloak of War” opta por retomar temas y elementos de fuera de ese elemento. Uno lo ve hasta en los nombres: Dak’Rah está siendo llevado al Sistema Próspero – una clara alusión a La Tempestad de William Shakespeare (de paso, otra historia de venganza y perdón).

Entonces, más que sólo las referencias, el guion emplea el estilo clásico de los Viajes a las Estrellas de los noventa: con un abordaje centrado en personajes variados, pero con un relato que busca contar la historia de uno de los personajes regulares en específico. En este caso, Dak’Rah es el personaje más interesante, pero su función narrativa es servir de “espejo” para el del Dr. Mbenga, tanto de forma literal como metafórica.

Así, mientras M’Benga esconde sus cicatrices emocionales del conflicto armado, Dak’Rah las lleva orgullosamente y a toda vista. Él camina con un bastón como un recuerdo constante de sus heridas de guerra y alega públicamente que él mató a sus propios hombres para escapar de la zona de guerra. Mientras tanto, las experiencias de M’Benga son personales. Él silenciosamente deja morir a uno de sus propios hombres con la intención de facilitar el rescate de múltiples otros pacientes, pero no relata ésto a nadie. Sus experiencias son suyas y de nadie más.

Esto es perfectamente claro en la confrontación final en la que Dak’Rah se posiciona a sí mismo como “sanador” de las heridas de M’Benga. “Por favor, dame una oportunidad de ayudarte a sanar”, apela Dak’Rah al veterano doctor. Pero, si Dak’Rah es el sanador, ¿dónde queda M’Benga en todo esto? En la escena final, M’Benga confiesa que él fue quien realmente mató a los hombres que Dak’Rah dice haber matado. “Yo soy el Carnicero de J’Gal”, admité M’Benga en privado.

Más que eso, “Under the Cloak of War” sugiere arriesgadamente que no hay gran diferencia que separe a M’Benga y Dak’Rah. Así, mientras luchan detrás del vidrio, la muerte del segundo queda envuelta en la ambigüedad. ¿Fue en defensa propia? ¿Fue premeditada? ¿Fue autoinfligida en un sentido más abstracto?

Así, el episodio hace preguntas difíciles sobre el legado de tiempos turbulentos. Se revela al final que el mitológico legado de Dak’Rah es una mentira – al final, él no mató a sus propios hombres para desertar y no se pasó al bando de la Federación por alguna epifanía u objeción ideológica a la guerra, más bien pareciera haberlo hecho en pánico. Pero, ¿invalida eso todas las buenas acciones que hizo después como embajador? “La gente ocupa santos en qué creer”, él le dice a M’Benga. “Si la gente supiera lo que realmente hice, mi trabajo se caería a pedazos”… no hay respuestas fáciles.

Esto se vuelve más complejo por el hecho de que Dak’Rah – a diferencia de Chapel, M’Benga y Ortegas – realmente pareciera haber superado sus traumas de guerra, incluso si tuviera que mentir para hacerlo. “Usted pareciera haber dejado atrás su pasado”, le acusa M’Benga. “De hecho, pareciera haberlo hecho con mucha facilidad”. Entonces, ¿en qué se enraíza la molestia de M’Benga con el embajador, ¿es solamente su pasado como general enemigo? ¿Sus pecados de guerra? ¿O solamente resentimiento porque él sí ha podido dejar ir el pasado de una forma en que M’Benga no lo ha logrado? El episodio no responde nada de eso… y es mejor por no hacerlo.

En síntesis, “Under the Cloak of War” es una historia sobre cómo es que la gente es fundamentalmente desconocida de todos quiénes les rodea. “Nadie realmente sabe qué pasa en el corazón de alguien” concluye Chapel al final del episodio. En su última conversación con el Capitán Pike (Anson Mount), M’Benga deja esto muy claro: hay límites fundamentales entre lo que Pike puede conocer de su amigo. “Nos conocemos por mucho tiempo, tenemos una opinión parecida sobre la mayoría de las cosas, pero usted no ha vivido mi vida”, le recuerda M’Benga a su capitán. Una idea difícil, alrededor de la cual sobran las respuestas difíciles. Pero, muy apropiada para una franquicia basada en la noción de la exploración como camino al autoentendimiento… la conclusión radical siendo que hay cosas que son incognoscibles del todo, que siempre hay límites al conocimiento humano.

Créditos de fotografía: Paramount.