Larsen, P.B. y D. Brockington (eds.). (2018). The anthropology of conservation NGOs: rethinking the boundaries. Londres: Palgrave-Macmillan.
Desde la década de 1980, la expansión global de la conservación ambiental ha recibido considerable atención desde las ciencias sociales. Se han producido contribuciones muy significativas desde la academia, la cual, utilizando enfoques críticos, ha avanzado nuestro entendimiento de la forma en que dinámicas políticas y socioculturales, intereses económicos y procesos históricos se interrelacionan para dar forma a este fenómeno.
En general, la investigación desarrollada ha centrado su atención sobre las consecuencias no intencionadas de la proliferación de iniciativas ambientalistas en el Sur Global, basadas en modelos de conservación occidentalizados. Estos trabajos han enfatizado el impacto de las evicciones masivas de habitantes locales como resultado de estilos de conservación “de fortaleza” (Brockington, 2002); su vínculo con nuevas y viejas formas de desigualdad social en contextos poscoloniales (West y Brockington, 2006) y la marginalización de prácticas tradicionales para la conservaciòn de la naturaleza (Igoe, 2003), entre otros temas.
Estos estudios han demostrado cómo la conservación se ha convertido en una forma de gobernanza con importantes consecuencias globales, así como un escenario de lucha en el que se desenvuelven intereses hegemónicos (West et al., 2006), subversión y resistencia (Ferguson, 1994). Los y las investigadoras han demostrado que las lógicas del neoliberalismo a menudo van de la mano con estos esfuerzos de conservación, especialmente aquellos originados en las grandes ONG ambientalistas (McCarthy y Prudham, 2004). Se ha insistido en cómo la conservación ambiental es frecuentemente modelada bajo la rúbrica de “vender la naturaleza para salvarla” (McAfee, 1999), convirtiéndo a la naturaleza ‘bajo conservaciòn’ en una frontera clave para la expansión del capitalismo global (Büscher, 2013).
Para el momento en que Büscher et al. (2012) escribieron su bien conocida y citada síntesis sobre los hallazgos de esta literatura, empezaban a surgir nuevas preguntas sobre cómo este trabajo podía mejorarse más allá de sus notables limitaciones. Entre otras consideraciones, se empezó a dar mayor profundidad a la investigación de la ‘continuidad’ entre formas ‘previas’ de capitalismo y el hoy proclamado capitalismo neoliberal de la conservación. Esto implicaba atender con mayor cuidado a las dinámicas que se desenvuelven entre el Estado, procesos capitalistas, movimientos sociales y la neoliberalización de la naturaleza (McAfee y Shapiro, 2010), así como recuentos históricos más detallados de la intersección entre formas dominantes de gobernanza ambiental, neoliberalismo y formas contrahegemónicas (ver Fletcher, 2010).
Esto ha dado cabida a nuevos estudios crìticos sobre la conservaciòn ambiental. Adicional a los temas señalados en párrafos previos, este nuevo corpus literario busca centrar su atención en la complejidad de los encuentros entre epistemologías, instituciones y constituyentes que interactúan dentro de los parámetros de la conservación ambiental a gran escala. Por ejemplo, estos autores y autoras buscan superar y analizar críticamente las dicotomías y divisiones reificadas entre conocimientos expertos y no expertos (Beck et al., 2014; Dumoulin, 2015).
El libro editado por Dan Brockington y Peter Larsen – Anthropology of Conservation: Rethinking the Boundaries – es un excelente ejemplo de este nuevo trabajo académico sobre estudios críticos de la conservación ambiental. El libro está enmarcado alrededor del concepto de “organización frontera” (o boundary organization), el cual refiere a la gobernanza de la interfase e interacción entre ciencia, política y política pública, y, en especial, a cómo el expertise científico y práctico es mediado en intervenciones con otras comunidades epistémicas. En este caso, el libro explora a las ONG ambientalistas transnacionales como nodos que, a su vez, componen complejas redes en las que interactúan grandes variedades de actores en persecución de sus propias agendas de conservación.
Se trata de una contribución oportuna, publicada en una coyuntura en que otros académicos han señalado que la naturaleza tan amplia de nuestros problemas ambientales – en términos espaciales, complejidad e interseccionalidad socioecológica – que su administración requiere la participación de múltiples comunidades epistémicas (Morton, 2014) y una gran variedad de agentes en la gobernanza ambiental. Basándose en este abordaje, los diferentes autores del libro apuntan a la dinámica red de relaciones que caracterizan los esfuerzos de conservar, señalando las formas en que diferentes posiciones de poder interactúan y se desenvuelven en medio de una intervención, ampliando el foco de la investigación académica sobre las múltiples comunidades epistémicas (Castree, 2014). Este es un paso bienvenido para la literatura previa, dada la atención particular brindada a la interfase entre política pública y ciencia, y entre mercado y conservación.
Encuentro particularmente interesante la manera en que el libro aborda la permeabilidad de las fronteras institucionales entre diferentes ONG, así como las relaciones entre éstas y otras formas de organización activista. Los capítulos de Ruysschaert y Salles y de Brockington, Scholfield y Ladle ilustran esta compleja dinámica de buena manera, al tiempo que ofrecen un marco comparativo desde el cual otros podemos vincular nuestro trabajo. El de Brockington et al. también ofrece un abordaje histórico muy necesario para entender los procesos interactivos en que estas grandes ONG empezaron a operar en África, así como la manera en que crecieron con el tiempo (un tema que no recuerdo haber visto explorado con detalle en otras partes).
Otros capítulos del libro estudian la neoliberalización de la conservación, que como dije, es sumamente común en esta literatura. Sin embargo, en lugar de sólo confirmar lo ya se sabe – que las fuerzas de mercado frecuentemente cooptan los esfuerzos de conservación – estos capítulos exploran las visisitudes no lineales de estas dinámicas, así como los resultados sorpresivos (notarán de mis publicaciones sobre el tema, que esto es de mi particular interés). En particular, el capítulo de Holmes es muy ilustrativo de estas dinámicas, apuntando a la enorme heterogeneidad de las inciativas de conservación y las ONGs que las promueven, así como la consecuente heterogeneidad de los resultados de la conservación neoliberal. El capítulo también señala a la naturaleza pragmática que acompaña estos procesos, al tiempo que enfatiza en su contigencia sociohistórica.
Todas estas contribuciones son bienvenidas en un momento en que el estudio crítico de la conservación se encuentra frecuentemente criticado por su débil abordaje con la multi-vocalidad, y su limitada contribución en la forma de “soluciones” a los problemas y dilemas de la intervención de grandes ONG conservacionistas.
En efecto, el libro es loable por su interés de abordar algunas de estas limitaciones. Aunque otros de sus méritos son notables, en particular creo que los aspectos más importantes para señalar en este aspecto son tres: (1) el libro supera el dualismo presente en muchos estudios previos que tendían a presentar la relación entre grandes ONG y actores locales como una entre expertos versus no expertos. En su lugar, ofrece una presentación más compleja e intrincada, según la cual los actores negocian y articulan en condiciones y dinámicas muy cambiantes; (2) trasciende el enfoque monolítico que inadvertidamente termina reduciendo a esas ONG en categorías moralistas como “buena” o “mala”. El libro reemplaza esto con un caleidoscopio de perspectivas que informan el rol de las ONG según los diferentes marcos sociohistóricos y políticos en los que actúan; y (3) introduce un marco analítico que facilita un mayor diálogo reflexivo entre académicos y conservacionistas, el cual se vuelve muy necesario en este área de estudio.
En general, Anthropology of Conservation NGOs es un libro de enorme utilidad para lectores que buscan profundizar su conocimiento de la conservación ambiental contemporánea.
Bibliografìa
Brockington, D. (2002). Fortress conservation: the preservation of the Mkomazi Game Reserve, Tanzania. Oxford: James Currey.
Büscher, B. (2013). Transforming the frontier: peace parks and the politics of neoliberal conservation in Southern Africa. Durham: Duke University Press.
Castree, N. (2014). Making sense of nature: representation, politics and democracy. Londres: Routledge.
Ferguson, J. (1994). The anti-politics machine: ‘development’, depoliticization and bureaucratic power in Lesotho. Minneapolis: University of Minnesota Press.
Fletcher, R. (2010). Neoliberal environmentality: towards a post-structuralist ecology of the conservation debate. Conservation and Society. 8 (3): 171-181.
McCarthy, J. y S. Prudham (2004). Neoliberal nature and nature of neoliberalism. Geoforum. 35 (3): 275-283.
McAfee, K. (1999). ‘Selling nature to save it’? Biodiversity and green developmentalism. Environment and Planning D. 17: 133-154.
McAfee, K. y E. Shapiro (2010). Payments for ecosystem services in Mexico: nature, neoliberalism, social movements and the state. Annals of the Associations of Geographers. 100 (3): 579-599.
Morton, T. (2014). Hyperobjects: philosophy and ecology after the End of the World. Minneapolis: University of Minnesota Press.
West, P. (2006). Conservation is our government now: the politics of ecology in Papua New Guinea. Durham: Duke University Press.