DIVERGENTE (2014) fue una pésima película. De hecho, quizás sea una de las peores adaptaciones fílmicas de novelas de ciencia ficción para adultos jóvenes de esta década. Esa cinta era un collage de elementos narrativos sacados de mejores películas, pero amarrados aquí alrededor de un relato aburrido y deficiente. Además, fue una obra odiada por casi todos los críticos de cine. Pero también fue un éxito de taquilla; tanto así que hoy tenemos INSURGENTE, la primera de tres secuelas de esa terrible película dado que el último libro de la saga será dividido en dos cintas separadas para terminar de convertir a esta franquicia en un cajero automático.
Con esto dicho, yo no esperaba una porquería cuando fui a ver este segundo capítulo. Sí, la primera película fue un desastre, pero para ésta Summit y Lionsgate decidieron despedir a todo el personal creativo (exceptuando a los actores), al tiempo que se le permitió mayor libertad creativa a los nuevos cineastas. Ambas fueron noticias bien recibidas, porque, seamos serios; aunque se corre el riesgo de alienar a la fanaticada de los libros, separarse del material con el fin de hacerlo más digerible a una audiencia fílmica no es una mala idea. De hecho, fue algo que le sirvió a la trilogía del Padrino, que convirtió pésimas novelas de gángsters en una de las obras de drama criminal más conocidas del planeta. ¿Por qué no debería funcionar con un refrito de ciencia ficción dirigida a personas jóvenes?
Por eso entré a ver INSURGENTE con una mente abierta y dispuesta a ser sorprendida y salí… bueno, de forma muy similar a DIVERGENTE. Y la razón es que esta nueva entrega no sólo reitera todas las fallas de su predecesora, sino que las expande de maneras que son nuevas, e incluso inexplicables.
Recapitulemos: la trama de esta franquicia se desarrolla en lo que antes era Chicago, ahora una sociedad post-apocalíptica organizada en una confederación de facciones ordenadas según los subgrupos de estudiantes de un colegio gringo (los nerdos, los deportistas, los chancleta, los “new age”, etc.); y donde el sistema político se reproduce mediante la clasificación institucionalizada de las personas en estas facciones. Tris Prior (Shailene Woodley) se ha liberado de la opresión del sistema y de las garras de Jeanine (Kate Winslet), representante de la facción de los “nerdos”, quien ha tomado control de la ciudad.
Verán, Tris es divergente, lo que significa que se trata de una persona muy especial, y créanme, INSURGENTE pareciera disfrutar recordarnos este detalle, una y otra, y otra vez durante la proyección. Pues bien, junto a su novio (Theo James), su hermano (Ansel Egort) y “un personaje que cumple la función de Draco Malfoy pero que no se llama Draco Malfoy” (Miles Teller), Tris debe planear su siguiente movimiento, el cual consiste en que nuestros héroes se escondan de las fuerzas de Jeanine, hasta que decidan dejar de hacerlo para confrontarla.
Como DIVERGENTE, toda la película pareciera más interesada en darle “profundidad” al ridículo mundo que los personajes habitan que en relatar una historia interesante. Así, se trata de una cinta narrativamente confusa, divagante, y que usa el tiempo entre escenas de acción para poner las piezas en su lugar para una conclusión que tomará lugar en las secuelas; eso sí, tomándose todo el maldito tiempo del mundo en el proceso. Así las cosas, todo lo que pasa aquí bien pudo haberse relatado en una fracción del tiempo que ocupa esta proyección. Pero, ya que la película debe cumplir con sus dos horas mínimas para justificar el precio del tiquete, lo poco que se relata es extendido innecesariamente hasta que terminamos con una trama que avanza lentamente.
Además, aparte de los malestares narrativos heredados de la cinta previa, INSURGENTE también adolece de ser el capítulo intermedio de la saga, lo que es decir que no se beneficia de ser el punto de entrada a este nuevo mundo narrativo, ni tampoco de ser la película destinada a amarrar los cabos sueltos de la historia.
Por eso es que el resultado es, sin lugar a dudas, una película aburrida, repleta de personajes que no son caracterizados lo suficiente como para que nos importen o que no importa caracterizarlos porque sus arcos narrativos no tienen un impacto real en la narrativa de esta cinta, sino que en las que siguen. Además, el elenco está compuesto por un montón de buenos actores que terminan rebajándose al nivel del guión, en lugar de elevarlo al suyo. Woodley, cuya actuación fue lo único positivo de DIVERGENTE, deambula de escena en escena aquí. Mientras que Winslet pareciera incapaz de resolver la contradicción de representar a una mujer muy educada, que se comporta de una forma inexplicablemente estúpida en toda la cinta. De hecho, su estoica actuación me dio la impresión de que ella estaba contando mentalmente los días hasta que pudiera cobrar su cheque y deshacerse de la trilogía.
Como su reemplazo, el filme introduce a Naomi Watts y Octavia Spencer, dejando el mal sabor de boca de ver a otras dos talentosas actrices en esta cochinada de película. Sin duda, lo más decepcionante de Insurgente es como ha tomado a un elenco tan talentoso (Woodley, Winslet, Watts, Spencer, Teller y Egort) para hacerlo ver mediocre.
Siendo justo, hay como 20 minutos de INSURGENTE que son entretenidos. Verán, en medio del arroz con mango que es la trama, se nos presenta un nuevo MacGuffin que abre la puerta para lo que sucederá en el desenlace de la saga. Este instrumento es un programa de simulaciones que sólo Tris puede completar (porque ella es muy, pero muy especial, ¿verdad?), y que, cuando llegamos a verlas, INSURGENTE eleva su calidad visual e imaginativa. La introducción de este “Holodeck/Animus” no sólo es positiva en razón de que saca momentáneamente a la cinta del letargo, sino que faculta una caracterización realmente llamativa del personaje principal y provee de un par de buenas escenas de acción. Uno casi llega a perder de vista el letargo de la primera hora y media de la cinta o que el MacGuffin mismo realmente no tiene una sola pizca de sentido en el universo narrativo.
En conclusión, con aún menos ideas en su cabeza, un interés totalmente centrado en profundizar en el estúpido universo narrativo de los libros a costa de una buena historia, y un elenco que permanece completamente desperdiciado, quizás lo único positivo de INSURGENTE, en comparación con su lamentable predecesora, es que dura menos de dos horas, por lo que el desperdicio de vida viéndola no se siente tanto aquí como en la primera. Siendo llano y directo, INSURGENTE es una producción mediocre, repleta de personajes superficiales, una trama aburrida, y una presentación visual bastante ordinaria. Me resulta curioso que esta película sea tan mediocre, considerando que su principal punto es afirmar la excepcionalidad de los jóvenes adolescentes.
4/10 – INFERIOR
DIRECCION: Robert Schwentke. GUION: Brian Duffield, Akiva Goldsman y Mark Bomback (basada en “Insurgente” de Veronica Roth). FOTOGRAFIA: Florian Ballhaus. EDICION: Nancy Richardson y Stuart Levy. ACTUACION: Shailene Woodley, Theo James, Octavia Spencer, Jai Courtney, Ray Stevenson, Zoë Kravitz, Miles Teller, Ansel Egort, Naomi Watts y Kate Winslet. DISTRIBUCION: Summit Entertainment y Lionsgate. PAIS: Estados Unidos. DURACION: 119 minutos.